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7 mejoras esenciales al alcance de su mano a través de las técnicas de fortalecimiento de la fascia​​​​​​​

Parte 6

Presencia y estado de alerta 

vs
desatención y descontento

 Si nos fijamos simplemente en los elementos mecánicos y metabólicos mencionados arriba, tenemos un indicio de una interpretación distinta de la pobre presencia y estado de alerta de un niño con PC.​​​​​Basta imaginar la realidad cotidiana de su hijo (a):

  • La fragilidad en la parte superior de su cuerpo

causa un colapso permanente o, al menos, recurrente de su cabeza y de su tronco que limita el importante contacto visual con su entorno. Guillaume Dulude, doctor en Neuropsicología explica que “la comunicación comienza tan pronto como la gente entra en el campo visual  del otro”. Para el niño con PC, la comunicación entonces se basa más en el  escuchar que en el  ver.  Y esto cambia completamente su relación con el mundo.

  • La vulnerabilidad y la fragilidad suponen desafíos diarios.

Una frágil salud, la falta de sueño, la mala digestión,todas ellas conducen a una fatiga constante y a un agotamiento excesivo que son factores que obviamente no favorecen el intercambio social con padres, hermanos y amigos.

  • Las reacciones de movimiento en forma de bloque

hacen que la vida de su hijo(a) sea extremadamente difícil a lo largo de todo el día. El cambio más pequeño en su posición produce desequilibrio y, por lo tanto, potencialmente puede caerse. El niño con PC desconfía profundamente de su cuerpo. Se encuentra  en una situación constante de miedo y estrés.

  • ​​​​​    Un excesivo esfuerzo voluntario

que se produce al usar sus músculos esqueléticos debido a que sus tejidos conectivos están demasiado débiles para ayudarle en su lucha contra la gravedad.

Cualquier exigencia para que logre mayor rendimiento se traduce en un enorme esfuerzo, una sobrecarga  y mucha fatiga lo que le deja poco espacio para una  interacción positiva con su entorno.El niño con PC, debido a  sus desafíos estructurales y metabólicos, tiene muy poca oportunidad para estar presente y atento  y muy pocas posibilidades de satisfacer a sus padres en términos de lograr un estado de alerta.

Por otra parte, un niño con un cuello y un torso robusto, lleno de vitalidad y vigor, aprovechando su extenso repertorio de movimientos (gracias a una segmentación adecuada) y que experimenta una  descarga de peso fácil y espontánea, indefectiblemente estará más presente, más consciente y va a interactuar mejor con su entorno.

Presencia y estado de alerta requieren sobre todo un sentimiento de bienestar en su cuerpo!   Con las mejoras a su alcance a través de la técnicas trans-fasciales de ABR podría cambiar totalmente la relacíon de su hijo(a) con usted!!!!                                                                                                                                                                              

 

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