A través de los años, los estudios han demostrado pruebas contradictorias acerca de los productos a base de soya. Algunos estudios han afirmado que la soya es la panacea para muchas dolencias de salud, un súper alimento que es la solución para evitar muchos problemas de salud. Otras investigaciones, sin embargo, afirman que la soya es responsable de problemas de comportamiento y alteración de hormonas en el cuerpo, provocando problemas de salud graves.
Diferentes tipos de soya
La soya es una proteína derivada de la leguminosa del mismo nombre la cual históricamente se originó en Asia del este en las culturas orientales.
Los productos de soya tradicional se dividen en dos grupos: fermentados – como el miso, tamari, tempeh, natto, y sin fermentar – como el aceite de soya, salsa de soya, leche de soya, polvos de proteína de soya, leche maternizada y tofu.
Productos de soya fermentada
Los productos de soya fermentados se producen como resultado de la acción de microorganismos tales como las bacterias beneficiosas y levadura que descomponen los carbohidratos específicos encontrados en la soya.
Esto mejora la digestibilidad y permite una mejor absorción en el cuerpo. La fermentación de la soya también aumenta la solubilidad de minerales como calcio, hierro, magnesio, potasio, selenio, cobre y zinc y aumenta los niveles de vitaminas y nutrición general por la concentración de grandes cantidades de las vitaminas del complejo B y la formación de un producto enriquecido. Según un estudio en el 2006 publicado en la Revista Nutrición “Journal of Nutrition” sobre osteoporosis, las semillas soya japonesa fermentada, natto, han sido asociadas con la pérdida ósea en mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, ningún estudio de comparación se realizó para probar el efecto de los productos de soya sin fermentar en este grupo de cohorte.
Productos de soya sin fermentar
La soya consumida más comúnmente hoy en día es la del tipo no fermentada.
La soya se utiliza como un suplemento de proteína para comedores veganos/vegetarianos y comúnmente se hace como leche. La mayoría de la soya, más del 90%, en los Estados Unidos está modificada genéticamente. En el 2014 un estudio publicado en “Food Chemistry”, la soya orgánica mostró un perfil nutricional más saludable en comparación con la soya convencional y genéticamente modificada.
Los cultivos de soya modificada genéticamente, que comprenden el 93-94% de la soya producida en los Estados Unidos, contienen alta cantidad de residuos de una sustancia de amplio espectro llamada glifosato, el ingrediente principal del herbicida más utilizado en el mundo. En marzo del 2015, la Organización Mundial de la salud señaló que el glifosato puede causar cáncer en seres humanos, en particular en los trabajadores agrícolas que trabajan con estos agroquímicos.
La relación entre la soya y los problemas de conducta
Los alimentos de soya utilizados hoy en día son muy diferentes de los consumidos históricamente en las tradicionales culturas asiáticas del este. La mayoría de la soya en los Estados Unidos se usa para hacer aceite de soya. El residuo se utiliza para alimentar ganado o procesado para producir proteína aislada de soya (SPI). Estudios han demostrado varias deficiencias en ratas que fueron ligadas a SPI, como zinc y B12 y las toxinas que se han formado en el procesamiento de la soya. A pesar de estos peligros, el SPI es el ingrediente básico de la fórmula infantil de soya. Según un estudio realizado en la Universidad de California, se ha determinado que el manganeso, un mineral que se encuentra en altos niveles en la leche de soya, parece estar ligado a trastornos de comportamiento, discapacidades de aprendizaje, trastornos del desarrollo, trastornos de salud mental y TDAH.
Este post apareció originalmente en About.com
Leer el artículo completo: https://parentingspecialneeds.org/article/different-types-of-soy-are-they-safe-for-children/